Escenas de terciopelo

En una casona antigua del año 1844, propiedad de la familia del ingeniero Enrique Bodereau, se construyó un restaurante y pub que se integro al espíritu del lugar

La premisa fue conservar el sentido estético de la época de la que data la antigua construcción, moderando los detalles exteriores a los existentes de la fachada, en armonía con los del interior, y ponderando la calma espacial.

De esta forma de diseñan tres ejes que se interceptan formando un H, respetando simétricamente la planta tradicional. Dos de ellos corren paralelos a las calles internas del centro de compras (Paseo Rivera Indarte), mientras el restaurante está orientado hacia un amplio parque con valor paisajístico, que ilumina naturalmente al recinto en sus cuatro fachadas complementado con iluminación artificial.

Los volúmenes, texturas y colores se seleccionaron de tal manera que resaltaran los juegos de luces y sombras que se generan con la luz natural.

Retornando a los ejes naturales de la obra, estos articulan las funciones y sentidos de permanencia. Así el ingreso principal es una galería paralela a la calle de acceso al centro de compras, enfrentada con el estacionamiento y orientada al norte con acceso al restaurante. Reforzando el sentido horizontal se dispuso una barra amplia, dotada de un notable fondo que exhibe productos de distintas bodegas a la usanza de la época.

En un lateral se instalo un escenario que ofrece espectáculos musicales diversos, prolongando asi la propuesta nocturna de restaurante a pub.

En la articulación de los ejes del restaurante y el pub se encuentra el acceso a una cava de reducidas dimensiones en el subsuelo.

En la misma simetría, pero en el otro extremo se instalo un espacio más intimo con retiro sonoro con respecto del escenario.

El tratamiento de los cielorrasos, en los cuales se "desnudo" el tipo de construcción -de ladrillos abovedados entre perfiles de hierro- aportó el acabado de época.